PENSAMIENTO:

Ø  PENSAMIENTOS, POEMAS, NOTAS, NOTITAS, NOTOTAS Y ALGO MAS  

Ø  AÑOS JUVENILES, edad en la que sueños e ilusiones se elevan en raudo vuelo y no importa lo que pase, donde tan solo interesa el alegre trino de las cristalinas risas que  se confunden con la suave brisa y se expanden por los confines del universo,  propagando esa sublime euforia que ilumina el Ser natural, atrayendo hacia él, el tierno mirar de aquel, que deposita en sus manos un leve beso, tímido y ruboroso, un tanto atrevido y cohibido a la vez. ¡Ah¡, hermosa etapa la de la adolescencia.

Ø  Todo es febril, entonces se asoma tembloroso, delicado y sutil el primer amor, que inunda el alma, que lo transforma todo, que lo inunda todo, que transfigura este mundo de hastío e impiedad, que nos enseña a ver más allá de nuestra naturaleza y nos regocija en la creación pura y genuina de su disfrute; es, como ir de la mano de Dios

.

   PURITITA ESTUPIDEZ

                                ¡Qué pretenciosa que es el alma¡, sí, es presuntuosa y arrogante, es tanta su altanería, que pretende lograr del amor portentosos prodigios y no sabe la ilusa que donde hubo escollos, heridas, dolor, engaño, miseria humana y traición, es en vano tratar de sembrar ternura,    dulzura, fe, ilusión, ya que los senderos que fueron sembrados de espinas y abrojos, son derroteros que señalan a un solo camino: el camino del odio, del dolor, de la rabia, de la venganza, de los anti-valores que no son mas que la deshumanización del Propio Ser. Hoy quieres alma elevarte al infinito y lograr de este mundo bendito de maldición perpetua, la sanación de un cúmulo de devastadores años de tragedia que dejaron inerme el espíritu gentil de quien dio con desenfreno su amor. No puedes remediar su pena, tampoco puedes curar sus llagas, ya ni siquiera lograrías redimir su irresoluta vida, y mas aún, no podrías eximir su culpa, por que el agravio está forjado sobre fierro candente y endurecido a golpe vivo, entonces alma mía, por qué, por qué no desistes de tu afán reconciliador de la conciencia del atormentado con la existencia de su propio Yo y  su Valía. No entorpezcas tu vida, y no imprimas nuevamente el sello del desvelo a tu inconsolable existencia, no agregues hiel donde hay tanta amargura, no ves que aunque tu amas, el fuego de este tu amor no inflama el pecho de aquel,  que en otra dejó extinguirse el abrasador sentimiento, que hace vibrar las emociones y pasiones que no serán tuyas, olvida alma que perdida estás, si lo tienes; y,  muerta en vida si no lo consigues, entonces no te imploro, te lo impongo, ( como todas las cosas que impuse y obligué a mi vida ) átate a la espalda todo sentimiento, yérguete, levántate y desafía al mundo, a la vida, a la misma muerte, (de quien tanto te burlaste y vencerla conseguiste), y avanza por el mundo con paso firme y decidido, arrasa con todo, pero no te doblegue ni el sentimiento ni la conmiseración, éstos siempre han sido tu mayor perdición, por eso una vez más, te exijo: LEVÁNTATE, YÉRGUETE, DESAFÍA, ARRASA Y AVANZA, que tú, en tu reedificada vida, has enarbolado el emblema de las virtudes, de los principios, de los valores, de la entereza; y, cada que en cada despertar, con ese enervante poder te repetías mil veces, adelante, hoy es un día nuevo, TÚ sí PUEDES, y el ejemplo es tu vida, que aunque sola, te sobraban bríos para la constante lucha. Entonces ¿Por qué vacilas?, ¿qué detiene tu intrépido coraje?, ¿quién o qué transformó tan ladinamente tu proba e inflexible existencia?. Vuelve a ella, ¡No!... no…te….detengas

Con el alma en su más grande pureza

me arrojo a tus brazos, sin temor sucumbo,

Como los labios sedientos del que besa  

Como un viento loco que se va sin rumbo.

A veces tenemos el deseo de decir cuando viene al caso ¡Cuan pretenciosa es el alma humana¡ y añadir aún más; ¡Que banal, presuntuosa y arrogante es la férula de su altanería insidiosa cuando, marchitas sus rosas, le sobreviven ardorosas espinas!

Su pretensión es ácida y rencorosa, porque olvida y se insensibiliza, porque tiembla de purulencia, llena; y, se declara enemiga mortal de la ternura, de la sublime belleza, de los portentos os prodigios que en el amor se encumbran y, no sabe, la ilusa resentida que apenas siembra escombros de sus cenizas cual lacra de satisfacciones mustias. Donde hubo escollos, heridas, dolor, engaño, miseria humana y traición, es de ella, la magistratura de la maledicencia; es vano e inútil trabarse en la lid de sus argucias pues no hay verdugo más oprobioso e indeseable que un alma resentida.

 ..................................................................................................................................................................